Todas las enfermedades son terribles, y ésta ha sido re canija. Pero no todo ha sido gacho; hace poco recibimos al tío que tenía más de 20 años perdido en el gabacho…días después, “la niña” Marina llamó desde El Salvador. Preguntó por su nieto, quien tenía más de 10 años sin escuchar su voz.
Hemos recibido hartas muestras de solidaridad y cariño de todas partes, y aunque no curen la enfermedad, si alivianan al corazón.
Hoy uno de mis peores temores se materializó: lloré frente a un grupo de universitarios. Todo empezó cuando intentaba explicarles por qué sus calificaciones no estaban listas, y por qué la clase iba a estar mocha como el águila foxista.
Los profesionales me habían dicho que éste día llegaría, y que no pasaba nada. Pero sí pasó: recibí besos, abrazos y apapachos; ofertas para sustituirme en mis clases de prepa; y números de teléfono y celulares disponibles las 24 horas al día.
Hemos recibido hartas muestras de solidaridad y cariño de todas partes, y aunque no curen la enfermedad, si alivianan al corazón.
Hoy uno de mis peores temores se materializó: lloré frente a un grupo de universitarios. Todo empezó cuando intentaba explicarles por qué sus calificaciones no estaban listas, y por qué la clase iba a estar mocha como el águila foxista.
Los profesionales me habían dicho que éste día llegaría, y que no pasaba nada. Pero sí pasó: recibí besos, abrazos y apapachos; ofertas para sustituirme en mis clases de prepa; y números de teléfono y celulares disponibles las 24 horas al día.
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un abrazo sincero