Agarré y me fui... no le avisé a casi nadie de la familia (si me leen no se sientan por favor). Pero es que en Monterrey tengo muchos cariños y siempre me falta tiempo. Así que ahora le dediqué mi fin de semana (casi) exclusivamente a mis amigos -no podía no visitar a mis queridísimas tías abuelas que siempre han sido más abuelas que tías.

Pude pasar un par de noches desveladas con Luis Mario y revivir un poquito el tiempo que pasamos como hermanitos de casa. Gracias chaíto, lo malo es que luego me acuerdo de lo mucho que te extraño -creo que mi lado cursi se está apoderando de este bló. Estuve un ratito con mis amigas de la vida, Lídice con su precioso Matías, a quien me tocó alimentar y entretener camino al aeropuerto mientras pensaba que el avión me iba a dejar; y hasta Claudia que acababa de venir a pasar unos días conmigo a Guadalajara. Mi última noche de desvelo fue pa' echarme una carne asada con mis también muy queridos amigos de la carrera: Campi, Lesslye, Mudo y Candanosa. Y como siempre, me faltó tiempo.