Hoy me preguntaron ¿"qué es lo más divertido que has hecho desde que llegaste a Austin"? Divertido no sé... creo que todavía estoy en shock, y al final del día termino siempre (y desde muy temprano) agotada.
Pero sin duda lo más raro ha sido llegar a dormir a un hotel de 300 dls la noche (yo pagué sólo una pequeñísima parte gracias al descuento negociado por mi profesor), que además tiene fama de embrujado. Y no por gusto, sino para inaugurar una de las clases del doctorado: the idiom of haunting.
La clase 0 consistió en reunirnos en el bar del Driskill para conocernos y formar parte de un ghost tour -con Mary Poppins como guía- después de cenar -en un restaurant cubano que tenía un lechón muy yucateco.La verdad esperaba un tour más excitante, los fantasmas gringos son algo aburridos, creo yo. Aunque dicen que una de las almas que se aparece en el Driskill es Carlota (esposa de Maximiliano). Y no se aparece en cualquier lugar, lo hace en un cuarto que lleva el nombre de su esposo (ver foto de arriba) y que está decorado con los espejos que éste le mandó a hacer como regalo de bodas -y que deberían estar en Chapultepec.
No sé si el Driskill esté embrujado (me quedé dormida y ya no llegué a la sesión de ouija de la media noche), pero sí está muy kitsch y muy tejano... como se puede apreciar en el tapiz del baño y en la cobija de la cama, que es en realidad un pedazo de piel de algún animal.
Luego entonces... no creo que esta ciudad tenga ningún problema para mantener su slogan: "keep Austin weird".
Fotitos del bar pa cerrar con broche de oro.
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