Otra despedida...
Como bien dijo Tachis ayer: "nosotros crecimos con tres madres." Esto significa que solamente del lado de mi mamá, yo tengo tres abuelas. Emma, la mamá de mi mamá (vestida de novia en la foto de abajo), murió cuando yo tenía unos diez años, así que crecí con las otras dos. Mis tías: Mina y Pipis (sentadas con mi abuela).
Este lunes Pipis se nos fue. Hizo mutis, como siempre lo hacía cuando desaparecía de las reuniones. Así, sin avisar, pa' no armar dramas. A sus 82 años (lo siento, Mina pagó dinero extra para que la edad de su hermanita no apareciera en la esquela del periódico, but I'm trying to make a point here) Pipis seguía, en sus palabras "asquerosamente sana." No sólo sana, sino que todos los días se levantaba muy temprano para ir a trabajar, manejaba en esta caótica ciudad, daba cursos a huercos que podían ser sus nietos -o hasta bisnietos-, colaboraba en una casa de retiro, se peleaba con Mina 10 veces al día... y hacía todas estas cosas sin perder el estilo.
Impecable -e implacable-, desde que éramos niñas siempre se esforzó porque sus sobrinas nietas fueran unas damas... ahora ya no sé quien va a cuidar de nuestros modales.
De niñas gozamos de sus apapachos, y en los últimos años tuve el privilegio de poder conversar con ella de mis planes, mis alegrías, y mis chamucos.
Voy a extrañarla mucho, ya la extraño en este viaje.
Como bien dijo Tachis ayer: "nosotros crecimos con tres madres." Esto significa que solamente del lado de mi mamá, yo tengo tres abuelas. Emma, la mamá de mi mamá (vestida de novia en la foto de abajo), murió cuando yo tenía unos diez años, así que crecí con las otras dos. Mis tías: Mina y Pipis (sentadas con mi abuela).
Este lunes Pipis se nos fue. Hizo mutis, como siempre lo hacía cuando desaparecía de las reuniones. Así, sin avisar, pa' no armar dramas. A sus 82 años (lo siento, Mina pagó dinero extra para que la edad de su hermanita no apareciera en la esquela del periódico, but I'm trying to make a point here) Pipis seguía, en sus palabras "asquerosamente sana." No sólo sana, sino que todos los días se levantaba muy temprano para ir a trabajar, manejaba en esta caótica ciudad, daba cursos a huercos que podían ser sus nietos -o hasta bisnietos-, colaboraba en una casa de retiro, se peleaba con Mina 10 veces al día... y hacía todas estas cosas sin perder el estilo.
Impecable -e implacable-, desde que éramos niñas siempre se esforzó porque sus sobrinas nietas fueran unas damas... ahora ya no sé quien va a cuidar de nuestros modales.
De niñas gozamos de sus apapachos, y en los últimos años tuve el privilegio de poder conversar con ella de mis planes, mis alegrías, y mis chamucos.
Voy a extrañarla mucho, ya la extraño en este viaje.
Comments
Chaíto: Me quedé con ganas de verte, ojalá se pueda en mty o mérida, abrazo y beso.
Ariiii: Tenkius, a ti seguro si te veo, aunque ya la mamina anda pensando en quedarse en mty pa'l 31, vamoaver.