Normalmente no fumo de día. Es más, es raro que fume sin una chela que me acompañe. Podría decir que desde que salí de la universidad -ahí sí me echaba una cajetilla diaria- me convertí en "fumadora social". Hoy las excepciones se dan solamente en situaciones extremas, y estoy pasando por una de esas en este preciso -que no precioso- momento. Tengo ya una semana enterrada bajo kilos de papel, calificando ensayos y exámenes de mis queridos alumnos. La cosa no había estado tan terrible, pero esta mañana todo cambió. Me gustaría citar algunos ejemplos, pero tengo la ligera sospecha de que no sería ético.

Comments

Fernando said…
el humor siempre debe de estar por encima de la etica... o eso es lo que nos dicen los diputados. El caso es que mi humilde sugerencia es que nos ejemplifiques a que te refieres.
ophelias said…
Sí,sí! un ejemplo! sin nombres!, anda, un ejemplito, chiquito, m'anque sea uno sólo, shí?
casandrinia said…
Oh mi dios! todos queremos saber...a estas alturas esos muchachos siguen sorprendiendote!
rocalberto said…
dinos, dinos zazil, ya me dejaste con las ganas
zazila said…
erm... no, no lo haré!

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