Tenía un buen rato esperando The Fountain, la última película de Aronofsky. Tenía muchas, muchísimas ganas de verla, pero hoy finalmente se me hizo y no sé... como que no me gustó tanto. Me gustaron algunos detalles -como la música, o el árbol peludo, o la idea: Death is the road to awe- pero pensé que vivir una situación similar a la de los personajes me iba a involucrar mucho más con la historia. Tal vez fue la parte nebulosa esotérica la que no me convenció -o tal vez la calva de Hugh Jackman. No lo sé, pero me quedé con ganas de ver una película distinta.