Ayer la hechicera –ex bloggera de la blogósfera- se armó de valor y decidió, por primera vez –y quizá última- en su vida, organizarle una fiesta de cumpleaños a su vástago. Recibí la invitación un par de horas antes del evento, al que acudí acompañada de niño prestado, pa’ no desentonar.
Los primeros minutos de la fiesta fueron aburridos, me encontré esperando bajo el sol a que el escuincle en cuestión se divirtiera, casi me arrepentí de no haber llevado algo pa’ leer y matar el tiempo. Pero esto no duró mucho, de repente mi invitado estaba colgado de unos aros como chango gritando: “¡¡Tómame una foto!!”.
El clímax llegó con las piñatas, Spiderman y Batman terminaron descuartizados por un grupo de mini hooligans que casi se matan los unos a los otros al ritmo de “dale, dale, dale.” Incluso la anfitriona tuvo que abandonar la escena del crimen después del primer linchamiento, temerosa de que alguno de los ahí presentes terminara con un cráneo roto. La muy cobarde mandó a otra de las madres a controlar a la turba.
La experiencia sirvió para reafirmar mi convicción de que todos deberíamos pensarlo muy bien antes de tomar la decisión de reproducirnos.
La imagen, contrario a lo que se podría pensar, no es de ayer, sino de la película Lord of the Flies.
Los primeros minutos de la fiesta fueron aburridos, me encontré esperando bajo el sol a que el escuincle en cuestión se divirtiera, casi me arrepentí de no haber llevado algo pa’ leer y matar el tiempo. Pero esto no duró mucho, de repente mi invitado estaba colgado de unos aros como chango gritando: “¡¡Tómame una foto!!”.
El clímax llegó con las piñatas, Spiderman y Batman terminaron descuartizados por un grupo de mini hooligans que casi se matan los unos a los otros al ritmo de “dale, dale, dale.” Incluso la anfitriona tuvo que abandonar la escena del crimen después del primer linchamiento, temerosa de que alguno de los ahí presentes terminara con un cráneo roto. La muy cobarde mandó a otra de las madres a controlar a la turba.
La experiencia sirvió para reafirmar mi convicción de que todos deberíamos pensarlo muy bien antes de tomar la decisión de reproducirnos.
La imagen, contrario a lo que se podría pensar, no es de ayer, sino de la película Lord of the Flies.
Comments
Saludos a la Hechicera y a tí también.
Acá pues bien, disfrutando de los días libres por carnaval...
Abacho pa las dos.
Delgado: Puro bacanal con ustedes, ya me los imagino.
Ophe: It was a bit scary.
Cas: Yo nomás digo que hay que pensarlo, pero no demasiado.