Ayer me convertí en fan de Angelique Kidjo. Fui a su concierto sin haberla escuchado jamás, nomás por pura curiosidá -y por insistencia de Gabi, que tampoco tenía mucha idea. Gabriela estaba harto preocupada: "si está aburrido me voy a quedar dormida". Al final tuve que sacarla del teatro casi a la fuerza, no perdía la esperanza de que Angelique saliera una vez más.

Si todos los conciertos fueran como el de anoche no tengo ningún problema con que sean en teatros. La mujer se bajó del escenario y recorrió el lugar pa' cantar y bailar con la gente, hizo que nos levantáramos del asiento durante la segunda mitad del concierto y subió a unas 30 personas pa' acompañarla en las últimas rolas.

"I like this, it is like my living room in Africa" (Kidjo, después de pedirle a los que la acompañaban en el escenario que se sentaran en el suelo mientras presentaba a sus músicos).

Además se aventó unos rollos muy lindos sobre la importancia de nuestros nombres -que traigo muy fresco por la película The Namesake de Mira Nair- la identidad, la religión, la vida. Bueno, estuvo muy hermoso.